Nació con la Patria el 29 de mayo de 1810



En los albores de 1810, Buenos Aires era un hervidero de ideas y aspiraciones de libertad. El Virreinato del Río de la Plata, aunque distante de la metrópoli española, sentía el eco de las revoluciones que sacudían Europa y América. Fue en este contexto que surgió una fuerza que cambiaría el curso de la historia: el Ejército Argentino.

El 25 de mayo de 1810, un grupo de patriotas, inspirados por los ideales de independencia y justicia, derrocó al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y estableció la Primera Junta de Gobierno. Sin embargo, sabían que su sueño de libertad no se consolidaría sin un ejército que defendiera la causa revolucionaria.



El 29 de mayo de 1810, bajo la dirección de Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta, y el liderazgo militar de hombres como Manuel Belgrano y Juan José Castelli, se convocó a la formación de un ejército regular. Este naciente ejército, compuesto por criollos y mestizos, debía enfrentar no solo a las fuerzas realistas leales a España, sino también superar desafíos internos de cohesión y organización.

 El Ejército Argentino nació el 29 de mayo de 1810 por decisión del Primer Gobierno Patrio, que a través de una proclama reconoció el trabajo de las tropas militares durante el proceso revolucionario, elevó a Regimientos a los batallones existentes y reorganizó las unidades dispuestas en todo el territorio, reconociendo la actuación que las tropas habían tenido en esa semana de mayo tan trascendental para la historia argentina. La conformación del Ejército fue un paso fundamental en el camino hacia la futura independencia.



Desde sus primeras acciones en las campañas del Alto Perú hasta la decisiva victoria en la Batalla de Tucumán, el Ejército Argentino demostró su valor y determinación. Los soldados, mal equipados y muchas veces sin recursos, combatieron con un fervor inquebrantable, motivados por el sueño de una patria libre.

El nacimiento del Ejército Argentino no solo significó la creación de una fuerza militar, sino también el surgimiento de un símbolo de unidad y resistencia. A lo largo de más de dos siglos, esta institución ha continuado su legado de defensa y servicio a la nación, adaptándose a los tiempos pero siempre fiel a los ideales que la vieron nacer.


En la actualidad, el componente terrestre de las Fuerzas Armadas se ocupa de contribuir a la defensa nacional para proteger nuestra independencia y soberanía. Además, quienes lo integran están a cargo de la protección de los recursos naturales, el medio ambiente y la integridad territorial, así como de contribuir con el desarrollo científico, tecnológico, económico y social, cooperar para el logro del bienestar general de las comunidades, y participar en misiones de paz y asistencia humanitaria.



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