Aeronaves Pampa III: Protagonistas de la vigilancia y control en el norte


 Con el objetivo de cumplir la misión asignada, ejecutar la vigilancia y el control del espacio aéreo las 24 horas los 365 días del año, el Comando Conjunto Aeroespacial continua su actividad en el marco del Operativo Fronteras.

Particularmente en esta ocasión aeronaves IA-63 Pampa y un helicóptero Bell 412 de la Fuerza Aérea Argentina operaron desde la desde la Base Aérea Militar Resistencia respetando los protocolos establecidos en virtud del Covid-19 y adoptando todas las medidas sanitarias requeridas a la llegada y durante todo el tiempo quetanto las tripulaciones como sus soportes técnicos y de apoyo cumplieron su servicio.


La población debe saber que pese a estar restringida la actividad aeronáutica comercial, todos los vuelos que se realizan en la zona norte de nuestro país deben informar su actividad. En este contexto, la pandemia representa un desafío adicional para mantener ininterrumpidamente las tareas de vigilancia y control en todos y cada uno de los puestos de trabajo a nivel nacional.

Es importante resaltar que el cumplimiento exitoso de la operación es gracias al compromiso y espíritu de equipo característicos de los efectivos que participan en ella.


Por otra parte, también estuvieron involucrados, aviones Cessna 182 pertenecientes a la III Brigada Aérea de Reconquista, de la Base Aérea Militar Resistencia y de la VI Brigada cooperando en tareas de Búsqueda y Rescate en el Operativo Fronteras y realizando la misma tarea dual que el helicóptero en la lucha contra los incendios que azotan en ciudades correntinas.

En este sentido, resulta importante destacar que, en un despliegue de tamaña envergadura el mayor esfuerzo recae en los tres Grupos de la VI Brigada (Aéreo, Técnico y Base). Para llevar adelante cada uno de los objetivos de la operación, no solo son involucrados medios materiales, sino que también participa personal altamente capacitado. Además, en esta ocasión estuvo la posibilidad de contar con asistencia del Área Material Río IV y del Área Logística Córdoba que contribuyeron sumando personal técnico a los efectos de brindar un importante refuerzo al Escalón de Mantenimiento.


Cabe destacar que, durante toda la fase del despliegue, se hizo hincapié en la tarea principal: mantener alerta tanto en tierra como en vuelo en misiones de Defensa Aérea Activa para contrarrestar tránsitos aéreos irregulares en la Zona Identificación Aérea prevista. Allí se interceptan e identifican (y si fuese necesario) se compelen al aterrizaje aeronaves que no están cumpliendo debidamente con la reglamentación aérea.

Generalmente las anomalías que presentan esas aeronaves se relacionan con la falta de plan de vuelo o la existencia de alguna falla al momento de la identificación. Un aspecto interesante a considerar dentro de la operación real es que en paralelo las tripulaciones aprovechan al máximo la ocasión para hacer adiestramiento. Esto resulta ser un gran aporte de experiencia en las tareas principales que realizan los Escuadrones relacionadas con la actividad de vuelo, como pueden ser tácticas de combate o afianzar comunicaciones con los sistemas radar.

La operación real en el Escudo Norte además permite la salida tanto del personal como material de la base de destino original. Este contexto no solo obliga a los pilotos y al personal técnico a operar en un lugar al cual no están acostumbrados, sino que los insta a ejercer cierta flexibilidad en la forma de trabajo, conocer nuevos espacios y acomodarse al terreno.


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