Un equipo del Ministerio de Defensa de Dinamarca llegó esta semana al país para avanzar en la venta de una flota de cazas supersónicos de fabricación norteamericana, más precisamente los Lockheed Martin F-16 Fighting Falcon, incluso buscaban generar una reunión con los equipos del actual jefe de la Fuerza Aérea, Brigadier Xavier Isaac y con el equipo que integrará el área de Defensa del Gobierno de Javier Milei.
También intentaban que el ministro de Defensa saliente, Jorge Taiana, firmara la adquisición de las casi treinta aeronaves de guerra.
Esta visita de este equipo de dinamarqueses, exhibe el desgobierno que a venido dirigiendo los destinos de las tres fuerzas armadas en los últimos años.
En un recuento exhaustivo de la gestión saliente en el ámbito de la defensa, emergen preocupantes revelaciones sobre promesas incumplidas y un manoseo de las autoridades (que no es nuevo) y que ha dejado a las fuerzas armadas en una situación preocupante.
Uno de los problemas más prominentes que acechan al nuevo gobierno es el cumplimiento de las promesas dejada por su predecesor. En el área de defensa, los incumplimientos a los compromisos asumidos, han generado un escenario desafiante, con un presupuesto mermado y recursos limitados para abordar las necesidades críticas de las fuerzas armadas. Este lastre ha impactado directamente en la capacidad de equipamiento, dejando a las fuerzas armadas en una preocupante desatención.
La deuda politica para con el sector de la Defensa es abultada. La falta de equipamiento como aviones supersónicos, ha dejado a la fuerza aérea en una posición vulnerable, incapaz de mantenerse al día con los avances tecnológicos y garantizar la adecuada seguridad del espacio aéreo nacional. Esta brecha en la modernización compromete seriamente la capacidad de defensa del país. Hay que recordar, que el area de Defensa se había comprometido a la adquisición de blindados a rueda de última generación, tampoco se adquirieron los helicópteros livianos, y se habían empezado establecer contactos para la adquisición de submarinos, recordemos que el personal de esta especialidad, se está capacitando en Perú en la.actualidad.
Un aspecto especialmente preocupante es la percepción de que las fuerzas armadas han sido relegadas a un tercer plano en las prioridades del gobierno saliente. La falta de inversión y atención adecuada ha llevado a un estancamiento en el desarrollo de capacidades estratégicas esenciales. La ausencia de fuerzas de submarinos es un ejemplo claro de esta negligencia, dejando al país expuesto, en un entorno marítimo cada vez más complejo, a una disminucion de sus capacidades operativas nunca antes vista.
Además, el recién alcanzado equiparamiento de los haberes de los militares con las fuerzas de seguridad llega tarde y destaca una brecha persistente en el trato inequitativo a quienes sirven en distintas ramas de la seguridad nacional. Este ajuste salarial tardío plantea interrogantes sobre la prioridad otorgada a aquellos que ponen sus vidas en riesgo para proteger la integridad del país.
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En conclusión, el gobierno saliente deja a su sucesor una serie de desafíos significativos en el ámbito de la Defensa. Las promesas incumplidas, la falta de equipamiento y el manoseo de las autoridades han dejado a las fuerzas armadas en una posición de precaridad absoluta. Decenas de cartas intención para la adquisición de equipos firmadas. Esto denota un desinterés por lo castrense que esta llevando a una nación, con una gran extensión territorial y marítima a un cuadro de indefension absoluto. Hay que sumar a esto el bochorno diplomático ya que se presentaron en el país, equipos de Defensa de otro país para avanzar en las negociaciones y así ver el descontrol en la dirección política del área. Abordar estos problemas con inmediatez será crucial para fortalecer la seguridad nacional y restaurar la confianza en las instituciones encargadas de salvaguardarla.
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