/ Por: Gustavo Restivo /
En los últimos tiempos, las restricciones de moneda extranjera en Argentina han tomado un giro inesperado, convirtiéndose en un auténtico secuestro virtual para aquellos ciudadanos argentinos que residen en el exterior. Estas medidas, implementadas con el propósito de estabilizar la economía nacional, han generado un impacto significativo en la vida financiera de aquellos que viven fuera de las fronteras del país.
Las restricciones a la compra de dólares y otras monedas extranjeras han sido una constante en la política económica argentina en los últimos años. Sin embargo, recientemente, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para limitar aún más el acceso a divisas extranjeras, dificultando considerablemente las transacciones y operaciones financieras de los argentinos que residen en el extranjero.
Este fenómeno que podríamos llamarlo con el término de "secuestro virtual" debido a la sensación de estar atrapados en un sistema que restringe su capacidad para acceder a sus propios fondos en el extranjero. Muchos ciudadanos argentinos en el exterior se enfrentan a dificultades al intentar realizar transacciones cotidianas, como el pago de servicios básicos, el envío de remesas a sus familias o la compra de bienes y servicios en el país de residencia.
Las limitaciones impuestas por el gobierno argentino incluyen restricciones en las transferencias de fondos, el uso de tarjetas de crédito y débito en moneda extranjera, y la imposibilidad de adquirir divisas para ahorro, o bien si se adquiere es hasta el valor nominal de 200 unidades de la moneda extranjera, lo que es irrisorio para poder vivir, por ejemplo, de una pensión una jubilación o retiro, debiendo abonar una carga impositiva tan desigual e injusta como lo es una estafa. Esta situación ha llevado a un malestar entre muchos argentinos en el extranjero, quienes se sienten atrapados en un laberinto financiero del cual es difícil escapar, debiendo acudir a artilugios financieros fuera de toda lógica, para hacerse de sus ingresos.
Argentinos en diáspora han expresado su preocupación por la situación, argumentando que estas medidas no solo afectan la estabilidad financiera de los ciudadanos en el exterior, sino que también dificultan el apoyo económico de sus familias.
A medida que la diáspora argentina continúa enfrentando este "secuestro virtual", se espera que aumenten las llamadas a la revisión y modificación de estas restricciones, con la esperanza de encontrar soluciones que permitan a los argentinos en el extranjero acceder de manera más libre y justa a sus recursos financieros.
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