Miembros de las Fuerzas Armadas de Chile se instalaron en Buenos Aires para adiestrarse junto a sus pares argentinos con un objetivo: poder desplegarse en el terreno. Días atrás, en Campo de Mayo, debieron definir las estrategias y los pasos por seguir ante una eventual crisis humanitaria en un punto (ficticio) del planeta. ¿Cuál es el panorama según los dos oficiales, argentino y chileno, a cargo del elemento de paz?
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) resolvió el despliegue de la Fuerza de Paz Combinada “Cruz del Sur” en un Estado desgastado por una crisis humanitaria, económica, sanitaria y social. En este país, el 87 % de la población vive bajo la línea de la pobreza y, como si esto fuese poco, existen varios focos de violencia y un virus poderoso desconocido pone en jaque a los centros médicos.
“Cruz del Sur” nació ante la intención de ambos países de conformar una única fuerza: por eso es combinada. Además, se trata de un elemento conjunto porque reúne a efectivos y medios del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea de las dos naciones. Estos dependen de un Estado Mayor Conjunto.
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