¿Como se gastan recursos en las Fuerzas Armadas?

 

En una nota publicada en ladiaria.com.uy, titulada “Qué hay que cambiar
en nuestras Fuerzas Armadas”, Gustavo Scaron, quien fuera presidente de la
Comisión Especial de Defensa del Frente Amplio, hace un análisis pormenorizado
en aras de la optimización de recursos en materia de Defensa.






El problema a resolver parece ser la escasez de los recursos que, según
su opinión, son mal administrados, parecería resolverse con el achicamiento de
los efectivos activos de las Fuerzas Armadas y con la reducción de gastos en
retiros y pensiones por ser un porcentaje irracional del presupuesto que se
consume. “…
los recursos son escasos, y como gastamos muchísimo en retirados y
pensionistas militares, no tenemos recursos para las inversiones
imprescindibles para garantizar una capacidad mínima necesaria de defensa de la
soberanía…”.





Entre los
tópicos más destacados inicia la nota, haciendo una positiva referencia del
FonDef, proponiendo copiar dicho sistema, donde un porcentaje de los ingresos corrientes quedan destinados a Defensa, con algunas condiciones para la
inversión y estímulo a la Industria. “…
A nivel regional hay un ejemplo que deberíamos
estudiar con seriedad y al que deberíamos tender: el Fondo Nacional de la
Defensa (Fondef) de Argentina. Este fondo fue creado en 2020 (al inicio del
gobierno de Alberto Fernández) y a partir de 2023 el 0,8% de los ingresos
corrientes del presupuesto nacional son destinados al Fondef…”.
Pero también aclara que la aplicación de este sistema
por parte de Uruguay debería hacerse mediante una fuerte reducción del déficit
de caja de las Fuerzas Armadas, achicando gastos, como ya se mencionó, en
retiros y pensiones, ya que es una irracionalidad destinar un 50% en esos
conceptos, proponiendo algunas acciones para hacer más racional el gasto en
defensa. “…
Claro que, en el caso uruguayo, la creación de un fondo de ese tipo
tiene que estar vinculada a una reducción importante del déficit de la Caja
Militar, incompatible con una defensa eficaz de la soberanía. No hay otra forma
razonable de realizarlo. No es sostenible que las Fuerzas Armadas gasten la
mitad de sus ingresos en retiros y pensiones. El sistema político que permitió
y promovió esa irracionalidad en el gasto debe buscar y encontrar las formas
para que se vuelva a un cauce razonable…”.





Una de las propuestas, se trata de una regionalización de la Defensa en América del Sur, implementar el sistema FonDef, dejar de invertir en viejos blindados e incorporar por ejemplo los Leopard, hacer lo mismo con viejas aeronaves de combate y adquirir a Brasil los Gripen que se fabrican allí con licencia de Suecia, apuntar a la interoperatividad de sistemas informáticos, sistemas de comunicaciones y vehículos compatibles. “…Uruguay, adaptando la propuesta a su realidad, debería apuntar más bien a lo regional, hacia una integración y compatibilización con los sistemas militares de Argentina y Brasil, nuestros principales socios y vecinos. Por ejemplo, en vez de utilizar los tanques que Brasil deja de usar (los M41), invertir en el mismo tipo de tanques que incorporan ellos (los Leopard), o estudiar la posibilidad de incorporar dos o tres cazas Gripen de los producidos en Brasil mediante su acuerdo con Suecia. Y apuntar a la interoperabilidad entre nuestras propias fuerzas (por ejemplo, en sistemas informáticos, de comunicación, armamento y vehículos compatibles)…”

Uruguay enfrenta hoy un problema que Argentina supo solucionar hace muchos años, y es la dependencia de Prefectura y la Policía Aérea de la Armada y la Fuerza Aérea respectivamente.“…También hay algunas tareas no
militares que inflan el gasto militar, como por ejemplo las tareas policiales
de Prefectura (puesta en la órbita de la Armada durante la militarización del
país en los 70) y Policía Aérea, así como las tareas naturalmente policiales
(control de ingreso y egreso de civiles al país, investigación de delitos,
crímenes, ingreso ilegal de mercaderías, entre otras). Deberíamos plantearnos que
estas tareas fueran asignadas a su lugar natural: el Ministerio del Interior…”.

En un punto hace mención que España en su momento redefinió el
sistema de su Capital Humano, adaptó un sistema de capacitación orientado a la
vida civil, una vez que el militar llega a determinada edad, es habilitado para
completar su vida laboral y así acceder a una jubilación ordinaria. Según su
postura, los gobiernos del hermano país ha mantenido la actual estructura por
ser más barato (sólo en los cinco años de su gestión), debiendo enfrentar esos
gastos el gobierno que le sigue y es a largo plazo mucho más costoso.





Para finalizar
sostiene que las Fuerzas Armadas, no deben emplearse como un recurso para
disminuir los niveles de desempleo, como así ocupar personas con bajo o escaso
nivel educativo.  “…
Las FFAA no deben ser utilizadas
como un recurso para disminuir el desempleo y ocupar a personas con bajo nivel
educativo. En todo caso que Uruguay gaste en becas que fomenten a los jóvenes a
terminar el ciclo básico educativo, que además en Uruguay es obligatorio.
Transformemos becas militares en becas educativas…”.  “…Como parte de ese cambio, también debería
crearse un sistema de defensa civil, que incluso podría ubicarse dentro del
Ministerio de Defensa Nacional, como una estructura civil, partiendo de la base
de que la Defensa Nacional no es sólo una tarea militar. La experiencia del
Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) y los Centros Coordinadores de
Emergencias Departamentales (Cecoed) es una base razonable sobre la que
basarse. Quizás los bomberos deberían pasar a integrar esa estructura…”.



Nora recuperada de https://ladiaria.com.uy/opinion/articulo/2023/6/que-hay-que-cambiar-en-nuestras-fuerzas-armadas/

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