Sudán: entre la rivalidad del poder y la geopolítica

El golpe de Estado del 25 de octubre de 2021, llevó al poder al jefe del Ejército regular sudanés y gobernante de facto, el general Abdel Fattah Al-Burhan, la posibilidad de implosión estaba latente. Según algunos analistas de la región, esto era la "semifinal" y había que esperar a la "final".



A mediados de abril tiene lugar la segunda contienda, con la escalada del enfrentamiento entre los generales Al Burhan y su antiguo aliado convertido en enemigo, Mohammed Hamdane Daglo (Hemetti), jefe de las  Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (FAR).

La violencia iniciada por ambos contendientes y sus hombres se ha cobrado la vida de al menos 270 personas y otros cientos resultaron heridos, según las últimas estimaciones de Naciones Unidas dadas a conocer el 18 de abril de 2023.

En 2021, la rivalidad entre Al Burhan y Hemetti se ha intensificado hasta convertirse en una despiadada batalla por el poder.

Los dos rivales tienen trayectorias opuestas. Al Burhan es un oficial de carrera que realizó parte de sus estudios militares en Egipto y que —poco a poco— fue escalando posiciones en el Ejército sudanés. Por su parte, Hemetti es un miliciano de Darfur, que ofició en las ‘Janjaweed’, las milicias árabes que Jartum utilizó en la década de 2000 para combatir a los rebeldes no árabes en esta región situada al oeste de Sudán.


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